Soy un mentiroso terrible. No. Me expreso mal. Soy un excelente mentiroso. Por vocación. Mi vida se teje, se entrama fuertemente mentira a mentira. ¿Y lo mejor de todo? Nadie lo sabe. Nadie... Aunque no todo es así. Tengo una novia. Estoy enamorado de ella. Incluso creo que la amo. Vamos a casarnos en cuatro meses más. Ya sabemos dónde viviremos. Cuántos hijos tendremos y cómo se llamarán.
¿Lo ven? Ya me habían creído. Y todo lo anterior es mentira.
Me llamo Lucién. Lucién Mahl. Vivo en un piso en el centro de la ciudad. Solo. Aunque Matilda insiste en mudarnos juntos. Tengo un trabajo en el que paso sentado frente a una pantalla varias horas al día. Y otras de espalda a la pantalla mirando hacia la ciudad, para pensar en otra cosa o en nada. Ahí algo de verdad.
Les digo esto no para enmendarme. No busco redención. No creo que me expíe el confesar. Al igual que mis mentiras, esto es diversión pura.
1 comment:
Creo lo que línea entre la mentira y la fantasía es tan débil que quizá podríamos decir que todo es mentira o que todo es fantasía y ¿Cuál sería la diferncia? no pediré que me la expliques, porque podrías mentirme o fantasearme con una explicación lógica y coherente; la verdad es que no sé si deseo alguna de las dos. o si deseo explicación para esto.
te quiero a mil mono
mona.
Post a Comment