Por un descuido casual
como de letras prestadas
pasé por la ensenada
presta a serme indiferente
y me hallé diciendo a solas
rezos que ya no volvían
me vi envuelto de la gente
que en mí silencio reinaba
Haciendo frente a una duda
que por su tono me define
tomé rumbo equivicado
ante ojos enjuiciantes
no cargo ninguna culpa
no traigo mis disonantes
mas al salir apurado
dejé en mi hogar mi esperanza
ni solo ni desolado
escampa el cielo a sus anchas
De notas descoloridas
la tierra abríase sangrando
hoy tiembla de envidia un arte
(bajos mi carnes llevo una espina)
se llena la yaga en lava
la voz en trueno decante
el tiempo reposa atando
pájaros contra mi espalda
uno por uno levanten
vuelo y abran la herida
Retoma el rumbo mi llanto
en vez de darle espacio al vacío
advierto de un horizonte
que se asemeja a mi estado
empieza medio nublado
con nieve cubre sus montes
de verdes luces sin nombre
repleta lindes entretanto
y yo soy un horizonte
y yo soy un horizonte
de atarceder en descanso
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